Mitos

Como ya hemos explicado en clase, los mitos son narraciones de hechos imaginarios protagonizadas por dioses y héroes.

Todas las culturas han creado mitos para explicar los enigmas del mundo. Sin embargo, las dos mitologías que han influido más en la cultura occidental son la griega y la hebrea.

Los mitos griegos o clásicos inspiraron a escritores, músicos, pintores y escultores. Estos artistas reflejaron en sus obras la vida de los dioses dotándoles de cualidades humanas.

Muchos de los mitos griegos fueron adoptados después por los romanos cambiándoles el nombre a los dioses, pero manteniendo sus cualidades. 

Contributions to https://globalhistoria.wikispaces.com/ are licensed under a Creative Commons Attribution Share-Alike 3.0 License.

Mitos clásicos

En esta presentación podéis conocer más sobre Los doce trabajos de Hércules

Los trabajos de hércules 2 from cicep


Jasón y los argonautas


Ulises
La tierra de los cíclopes
Llegaron después a la isla de Sicilia donde vivían los cíclopes, unos gigantes muy feroces, con un solo ojo en el centro de la frente que vivían en cuevas. El más malo de todos los cíclopes era Polifemo, hijo del dios Poseidón, que tenía numerosos rebaños de ovejas y cabras.

Ulises sin saber nada de los cíclopes fue a explorar la isla con doce de sus hombres llevando un odre de vino y un saco de comida. Llegaron a la cueva de Polifemo, que estaba en el monte con sus rebaños, y los compañeros de Ulises cogieron quesos, leche, corderos y chivos y quisieron marcharse rápidamente de aquel lugar. Pero Ulises quiso quedarse para conocer al dueño de aquel sitio.

Cuando se hizo de noche llegó Polifemo con su rebaño y al descubrir a Ulises y a sus doce compañeros dentro de la cueva se enfadó mucho, empezó a gritar, cerró la entrada con una enorme piedra, agarró a dos de los hombres y se los comió.

Entonces Ulises le ofreció el vino y la comida que llevaba. Cuando el cíclope le preguntó cómo se llamaba, el astuto Ulises, le dijo:

- Me llamo «Nadie».

Polifemo le contestó:

- A ti «Nadie» te comeré el último como prueba de mi hospitalidad.

Polifemo se bebió todo el vino, se emborrachó y se quedó dormido. Entonces Ulises, ayudado por sus hombres, aprovechó para clavarle el tronco afilado de un olivo, calentado al rojo vivo, en el único ojo del cíclope que se despertó del dolor dando muchos gritos y quejándose.

Al oír sus voces llegaron muchos cíclopes a la puerta de la caverna y le preguntaron si alguien le había hecho daño, Polifemo les dijo:

- «Nadie» me ha hecho daño.

Al oír esto los otros cíclopes se fueron pensando que no le pasaba nada.

Después Polifemo quitó la piedra que tapaba la salida de la cueva y se sentó fuera, extendiendo los brazos, de vez en cuando, para que no se le escapara ningún hombre.

El ingenioso Ulises ató las ovejas de tres en tres y debajo iba atando a uno de sus hombres, finalmente se sujetó a la barriga del cordero más grande del rebaño. Por la mañana temprano las ovejas y los carneros salieron fuera de la cueva a pacer y así pudieron escaparse sin que Polifemo se diera cuenta del engaño.

Llegaron a los barcos y cuando estaban bien lejos de la isla Ulises le gritó al cíclope:

- Polifemo, si alguien alguna vez te pregunta quién te dejó ciego dile que fue Ulises rey de Itaca.

Entonces Polifemo suplicó a su padre Poseidón, dios del mar, que castigara a Ulises, con estas palabras:

- Escúchame Poseidón y concédeme el deseo que Odiseo no pueda nunca volver a su palacio. Pero si está destinado a regresar a su País, que sea tarde y mal, después de perder a todos sus compañeros. 

A partir de este momento la cólera de Poseidón perseguirá a Ulises durante el resto de su viaje.


Mitos hebreros 


La torre de Babel

Toda la Tierra tenía una misma lengua y usaba las mismas palabras. Los hombres en su emigración hacia oriente hallaron una llanura en la región de Sena-ar y se establecieron allí. Y se dijeron un unos a otros: «Hagamos ladrillos y cozámoslos al fuego». Se sirvieron de los ladrillos en lugar de piedras y de betún en lugar de argamasa. Luego dijeron: «Edifiquemos una ciudad y una torre cuya cúspide llegue hasta el cielo. Hagámonos así famosos y no estemos más dispersos sobre la faz de la Tierra».

Mas Yahveh  descendió para ver la ciudad y la torre que los hombres estaban levantando y dijo: «He aquí que todos forman un solo pueblo y todos hablan una misma lengua, siendo este el principio de sus empresas. Nada les impedirá que lleven a cabo todo lo que se propongan. Pues bien, descendamos y allí mismo confundamos su lenguaje de modo que no se entiendan los unos con los otros». Así, Yahveh los dispersó de allí sobre toda la faz de la Tierra y cesaron en la construcción de la ciudad. Por ello se le llamó Babel, porque allí confundió Yahveh la lengua de todos los habitantes de la Tierra y los dispersó por toda la superficie.



No hay comentarios:

Publicar un comentario